martes, 18 de marzo de 2014

Curación de contenidos: un remedio contra la infoxicación

He reunido en una las dos entradas sobre curación de contenidos que compuse para el curso de #eduPLEmooc y que publiqué, primero, en Mi PLe-portfolio en Tumblr.
Más adelante, publicaré más material y expresaré mis impresiones sobre el desarrollo de este MOOC y los proyectos que he puesto en marcha, junto con otros compañeros.

"El curador de contenidos o content curator se ha convertido en el profesional de moda, en el ámbito del Social Media Manager, ante la sobreabundancia, la sobrecarga de información que nos rodea, en especial, por los medios digitales. Hasta hace pocos años, vivíamos en una sociedad de la información dominada por los medios de comunicación tradicionales (prensa, televisión y radio), que eran los que, en exclusiva, obtenían, gestionaban y difundían la información por medio de periodistas profesionales. Este control de la información les permitía, en connivencia o en contra de ciertos poderes políticos y económicos, filtrar, enfocar e incluso manipular lo que llegaba, finalmente, al ciudadano.
No fue hasta la popularización de la web 2.0 o web social cuando se democratizó el poder de la información para que cada ciudadano pudiera generar contenidos y viralizarlos, primero, mediante la publicación en blogs (Blogger, Wordpress o Tumblr, como plataformas más usuales) y, poco más tarde, a través de redes sociales (Twitter, Facebook LinkedIn y Google Plus, como preferentes) y mensajería instantánea (WhatsApp, Line, Telegram, etc.). El ciudadano, en este momento, se convierte, a la vez, en consumidor y en periodista más o menos, aficionado, generador de todo tipo de contenidos multimedia, que incluyen textos imágenes, vídeos, enlaces a otras páginas, etc. La especialización de los contenidos que elabore depende de sus objetivos, del ámbito para el que los crea, de los receptores a los que van destinados y de su propia formación, en relación con el tema que trata y con las competencias que debe poner en juego (sobre todo digitales y de comunicación lingüística). Así, dentro de estas competencias debería existir, de forma independiente la curación de contenidos, imprescindible para seleccionar, clasificar, almacenar y compartir contenidos propios y ajenos que sirvan a los fines específicos del receptor y como fuente -o para posicionarse como experto en la Red- para que el emisor elabore otros nuevos.
En definitiva, más que un profesional que ejerza, en exclusiva, de “intermediario del conocimiento”, como propone Dolores Reig, de “mediador crítico” o de “superhéroe contra la infoxicación”, en palabras de Steve Rosenbaum, sería necesario delimitar las habilidades esenciales para adquirir una competencia en curación de contenidos que complemente al desarrollo del sentido crítico para discernir la información más importante de cualquier texto, presente ya en los objetivos de leyes educativas e inventario de competencias básicas.

La competencia en curación de contenidos debería contemplar el proceso que señala Tristán Elósegui con este diagrama:

el-proceso-de-curacion-de-contenidos-tristanelosegui_com.png


Las fuentes de información suelen ser blogs que seguimos, contactos que tenemos en nuestras redes sociales o cualquier contenido que sea pueda sindicar mediante un canal RSS y consultar a través de un lector como Feedly. Cabe tener en cuenta, en esta primera fase, que se pueden descubrir más otras fuentes indirectas mediante referencias a terceros.
El filtrado de la información, su selección en función de unos intereses concretos, puede hacerse por medio de listas de Twitter, grupos de Facebook, o de LinkedIn, e incluso comunidades de Google Plus, que facilita clasificar la información desde su origen. También se pueden confeccionar bases de datos de usuarios en hojas de excel colaborativas mediante Google Drive.
La web semántica, es decir, la que permite etiquetar contenidos a través de tags o etiquetas, posibilita que se utilicen de manera concreta en marcadores sociales, con Diigo a la cabeza, o, de manera más general en paneles como los de Scoop.It o, con la excusa de archivar una imagen, enla red social  Pinterest.
En este caso, me inclino por la primera y tercera herramienta, ya que Diigo no solo da la opción de añadir múltiples etiquetas a un solo enlace, sino que sugiere cuáles podrían ser adecuadas, tras un análisis de las palabras clave o keywords de la misma, confeccionar listas, compartir y recopilar junto con otros usuarios tras constituir un grupo temático, crear listas y compartir por múltiples widgets tanto la cuenta como la última información almacenada. Pinterest, en cambio, está más limitada a la hora de clasificar los contenidos, pues tan solo lo puede mediante tableros, eso sí, sin limitación de número, al contrario que Scoop.It, que los reduce tan solo a todos en su versión gratuita, por mucho que después deje etiquetar por keywords cada enlace.
La lectura, como consulta periódica, e incluso como monitorización para algún proyecto concreto, puede realizarse por tres medios distintos: correo electrónico, lectores RSS o aplicaciones que recogen, a modo de revistas digitales, la información publicada en otros blogs y redes sociales. Celestino Arteta destaca en el artículo que publicó en el foro, respecto a estas últimas, que están ligadas al florecimiento salvaje de los dispositivos móviles, en especial las tabletas, aunque también se incluirían los smartphones o teléfonos inteligentes. Las más interesantes son Flipboard, que facilita personalizar la información que recopila y su difusión entre otros usuarios, Google Current, muy similar a la anterior, Pulse, hermanada con LinkedIn, junto con otras más orientadas a Twitter, como Paper.li o The Tweeted Times.
En esta fase deberían añadirse tanto los escritorios personalizados en Netvibes, como otras que también podrían adscribirse a la siguiente, en especial las de storytelling como Storify y las que se suelen utilizar en el ámbito de los Social Media Managers para gestionar varias cuentas de redes sociales y monitorizar cualquier incidencia: TweetDeck y SocialBro.
Por último, la viralización o difusión de los mejores contenidos pasa por una estrategia definida en el uso de las principales redes sociales, que ya hemos señalado, de las que se debería recordar que Google Plus, la más subestimada de todas, posiciona de manera natural (SEO), y con gran eficacia, toda información que pase por sus círculos. Los canales RSS, por contra, han caído en una lenta deriva hacia el desuso desde que cerró Google Reader.

A partir de este contenido, he elaborado esta infografía para #eduPLEmooc, en concreto, para la actividad de la unidad 5, sobre las habilidades que deben capacitar al curador de contenidos. Las infografías, cabe recordar, son valiosas herramientas para exponer, en un solo vistazo, y de manera general, una serie de contenidos que manifiestan estrechos vínculos entre sí y que pueden ser representados de manera gráfica.
Por otra parte, su naturaleza visual resulta motivadora y facilita su curación a través de plataformas como Pinterest y su difusión por otras especializadas en compartir imágenes como Flickr, Picassa o Instagram.

Infografía para #eduPLEmooc, actividad de la unidad 5,
sobre las habilidades que deben capacitar al curador de contenidos.


Para concluir, me gustaría subrayar el gran aprovechamiento didáctico de dos herramientas que he comentado en este artículo para la curación de contenidos en clase: la primera es Pinterest, puesto que es una red social muy atractiva por la carga visual, sencilla e intuitiva. Favorece, por otra parte, el aprendizaje colaborativo y la activación de ciertas partes del cerebro al presentar de manera horizontal, a veces con un solo vistazo,  la información que contiene un tablero. Al no ofrecer más alternativas para clasificar un pin, es ideal para iniciarse en la clasificación semántica de una imagen en concreto y cómoda para editar o corregir, por parte del profesor, en caso de error.
La segunda, Flipboard, muestra una mayor complejidad. La tomo como sugerencia de Celestino Arteta, dentro del inventario de propuestas que presenta en su artículo publicado en el foro. Un proyecto de trabajo que gire alrededor de Flipboard necesita de un PLN previo y estaría dirigido a alumnos de segundo ciclo de ESO o Bachillerato, en este caso, de mi asignatura, Lengua Castellana, o de la optativa de Prensa. El papel del profesor sería doble: orientador de los estudiantes, e incluso de su línea editorial, y editor, por tanto, de los contenidos. Además, obliga a trabajar las cuatro fases que he comentado y facilita una hipotética evaluación entre iguales, la más adecuada, a mi juicio, para adquirir la competencia en curación de contenidos".

2 comentarios:

José Luis Platero dijo...

Interesante artículo, sí es verdad que con la sobrecarga de información que hay en la red, es necesario un filtrado que deje lo que realmente interesa.

Héctor Monteagudo Ballesteros dijo...

Es cierto. La cuestión es que cada persona se convierta en un curador de contenidos, no profesional, al adquirir y dominar las habilidades que expongo en la infografía. Esta competencia complementaría la ya clásica de discernir, de manera crítica y fundamentada, la información de un texto. Un saludo y gracias por pasarte por aquí.

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