Del Banco de Imágenes y Sonidos del ITE |
Después de leer el texto, varias veces, empecé a buscar en el Banco de Imágenes y Sonidos del ITE, el único espacio del que se podía extraer este tipo de materiales. Cuando tuve los suficientes, corté en lonchas, más o menos finas, el relato, con la idea de que cada secuencia, cada parte de la narración, se correspondiera con una imagen en el storyboard y un efecto, una transición o un sonido en el vídeo. La estructura requería el tipo de escena en su estructura, además del número de "clip" (unidad con la que trabaja Windows Movie Maker), locución o parte del texto que se iba a narrar como "voz en off" y la imagen que se había seleccionado. Me costó bastante encajar todas las piezas, pero el auténtico problema lo tuve cuando acabé, pues la tabla en la que las había insertado estaba en un documento de Word de más de 52 MB de peso, lo que impedía que se lo enviara al coordinador por el correo del curso, ni que lo alojara en Google Docs o Sites con el fin de que pudiera enviarle un enlace para que lo descargara. El único que lo admitió fue Dropbox, aunque no envié el enlace porque el producto final no me convencía. Después de dar una vuelta para despejarme y, así, aclarar ideas, caí en que el problema estaba en el formato del documento. Recordé que las presentaciones en power point pueden albergar gran cantidad de diapositivas, el equivalente a mis "clips", para juntar dos, cuatro o seis en la misma página de un PDF. Rehice el storyboard con Openoffice Impress a partir de la información y de las imágenes que había utilizado en Word. No logré reunir varios "clips" en una página cuando lo convertí en PDF, pero logré una presentación de los contenidos más clara y mejor organizada. Estuve tentado, antes de publicarlo en esta entrada, de añadir los sonidos, los efectos y las transiciones entre "clips", aunque al final lo he desechado porque falsearía el recurso original. Tan solo lo he subido a issuu para obtener el código HTML con el que lo he incrustado:
La creación del vídeo me llevó algo más de tiempo. Primero tuve que grabar mi voz mientras leía el relato de Juan Manuel Agulles con Audacity. Grabé dos o tres archivos, porque estimaba que la calidad era baja, y edité el que me pareció menos malo. Extirpé los lugares en que me había trabado leyendo y los cosí al fragmento siguiente. Por fortuna, se me había ocurrido repetir la misma frase después del error.
Al mismo tiempo, añadí las imágenes a Windows Movie Maker, las ordené y escribí los títulos de presentación y de crédito. Me permitió tener una idea más precisa de qué sonido necesitaba en cada momento. Los incrusté al hilo de mi propia narración, de mi voz, tan grave y tan nasal, desde la carpeta en la que los había guardado desde el Banco de Imágenes y Sonidos del ITE. Una vez que lo tuve listo, lo exporté, desde Audacity, como un solo archivo de audio, a mi escritorio y, a continuación, a Windows Movie Maker. Allí lo utilicé como referencia, junto con el storyboard, para ajustar la duración de los "clips", es decir, el tiempo que debe estar una imagen en pantalla. En algunos casos, no pude ajustar mejor el audio a la imagen por la brevedad del "clip", lo que se percibe como un ligero desfase que, en algunos momentos, proporciona mayor dinamismo a la narración. Tras añadirle la melodía de timbales de los títulos de crédito, lo guardé como archivo de vídeo y lo subí a Youtube. Se puede descargar en AVI a través del icono correspondiente.
En la actividad final, que podéis leer en el documento interactivo que he incrustado con issuu, no solo hago mención a los recursos que he creado para este curso y que he comentado a lo largo de esta entrada, sino también a los que había creado con anterioridad y con los que me siento cómodo cuando trabajo con las TIC en el aula, como este blog, Aguja de marear, o mi blog de aula, Anatomía del verbo.
Me hubiera gustado darle un toque más práctico y haber recortado los criterios de evaluación, entre otros apartados, para que no fuera tan excesiva, tan detallada, tan teórica en muchos de sus planteamientos, aunque, en realidad, esté satisfecho con el resultado y me haya decidido a compartirlo, sin tapujos y sin trampas de última hora.
4 comentarios:
Detallado, instructivo y muy inspirador. Creo que este tipo de actividades irán convirtiéndose en modelos de creación/adaptación textual para el aula. Tomo nota del proceso.
Agradezco tus palabras. Es muy probable que sea así: son más prácticas y creativas que las actividades convencionales, aunque hay que darles muchas vueltas para que el esfuerzo que se invierta en crearlas, se rentabilice en el aula, algo que, a día de hoy, no puedo comprobar con "Estrategia del avestruz".
Héctor, ¡cómo se me puede haber pasado esta entrada!
Solo la práctica en la creación de materiales nos va a permitir proponer a nuestros alumnos productos similares. El profe debe dar ejemplo y esta entrada no es otra cosa que el making off de tu excelente storybord.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Lu. La palabra clave que mueve a este trabajo es "compartir": compartir con los alumnos la vivencia de estas experiencias pedagógicas, compartir con otros compañeros la "receta" para realizarlas y aprender de lo que todos hacen.
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