Una de las pruebas iniciales que suelo pedir a los grupos nuevos de alumnos a los que daré clase es una carta o un escrito de presentación en el que digan quiénes son, por qué quieren estudiar este curso, qué planes tienen para el futuro y qué aficiones tienen. Es una manera inmediata de conocerlos (al fin y al cabo, trabajamos con personas, no con libros o autores muertos desde hace décadas o cientos de años; por otra parte, también me sirve para detectar posibles problemas de aprendizaje u ofrecer un tratamiento individualizado a cada alumno, aunque dentro de los límites de la profesión: nadie pretende ser un héroe en estos tiempos). Otro objetivo, ya relacionado con la materia, es el de comprobar el nivel de expresión escrita, con especial atención hacia la ortografía, pues es en la lengua en uso donde mejor se observa la competencia comunicativa (lingüística) del alumno. En este curso, además, he introducido un tercer objetivo, para 2º de Bachillerato, tal vez inspirado por algunos compañeros blogueros, que fue conocer el último libro que habían leído.
Los resultados, en este último aspecto, fueron variados y, desde cierto punto de vista, sorprendentes. Para comprender mejor este análisis es necesario que aporte algunos datos objetivos y haga un par de aclaraciones. En primer lugar, hay que mencionar que son dos grupos de 2º de Bachillerato: el grupo A, de Letras (ramas de Humanidades y Ciencias Sociales), con 18 alumnos matriculados, y el grupo B, de Ciencias (ramas Científica y Técnica), con 27 alumnos matriculados y una oyente que, a tales efectos, se la considera como una más. Del muestreo inicial de estos 46 alumnos se obtuvieron un total de 30 títulos diferentes, casi todos de género narrativo, novela, y que abarcan una variedad de subgéneros en los que destaca el "best seller" y la Literatura Juvenil (sobre todo de Fantasía), aunque también tienen cabida la Literatura Contemporánea, los Clásicos (aquí el teatro se hace notar, aunque por razones que explicaremos más adelante) o la Ciencia Ficción. En segundo lugar, sería pertinente aclarar que el método de recogida de información fue diferente en ambos grupos; mientras que para el grupo B se hizo tal y como se ha descrito en el primer párrafo, para el grupo A fue una pregunta accesoria del texto "Libros", de Eduardo Mendoza, que recoge Anatomía del verbo. Mi intención era contextualizar su respuesta en el ámbito de los hábitos de lectura e iniciar un pequeño diálogo con ellos que me proporcionara más información. Así supe, por ejemplo, que Hamlet y Los renglones torcidos de Dios habían formado parte de las lecturas obligatorias del curso anterior. Otros títulos, en cambio, no provocaron una explicación inmediata, como Las mejores técnicas de estudio, de Bernabé Tierno, que, inevitablemente, me llamó la atención, o El poder mágico de las pirámides, de Christian Lemyro. La décima sinfonía, de Joseph Gelinek, respondía a la afición por la música de la alumna que lo leyó. La sombra del viento y Los girasoles ciegos, lecturas obligatorias para este trimestre, también fueron citadas, lo que confirmó su conveniencia para este nivel.
Para terminar, he recopilado los treinta títulos a través de la aplicación de Shelfari, parecida a Librarything (de hecho, también se nutre de la información de Amazon), que puede presentar cualquier selección de libros en forma de lista o colocados en una librería, lo que facilita su identificación por medio de la imagen de la portada.
Los resultados, en este último aspecto, fueron variados y, desde cierto punto de vista, sorprendentes. Para comprender mejor este análisis es necesario que aporte algunos datos objetivos y haga un par de aclaraciones. En primer lugar, hay que mencionar que son dos grupos de 2º de Bachillerato: el grupo A, de Letras (ramas de Humanidades y Ciencias Sociales), con 18 alumnos matriculados, y el grupo B, de Ciencias (ramas Científica y Técnica), con 27 alumnos matriculados y una oyente que, a tales efectos, se la considera como una más. Del muestreo inicial de estos 46 alumnos se obtuvieron un total de 30 títulos diferentes, casi todos de género narrativo, novela, y que abarcan una variedad de subgéneros en los que destaca el "best seller" y la Literatura Juvenil (sobre todo de Fantasía), aunque también tienen cabida la Literatura Contemporánea, los Clásicos (aquí el teatro se hace notar, aunque por razones que explicaremos más adelante) o la Ciencia Ficción. En segundo lugar, sería pertinente aclarar que el método de recogida de información fue diferente en ambos grupos; mientras que para el grupo B se hizo tal y como se ha descrito en el primer párrafo, para el grupo A fue una pregunta accesoria del texto "Libros", de Eduardo Mendoza, que recoge Anatomía del verbo. Mi intención era contextualizar su respuesta en el ámbito de los hábitos de lectura e iniciar un pequeño diálogo con ellos que me proporcionara más información. Así supe, por ejemplo, que Hamlet y Los renglones torcidos de Dios habían formado parte de las lecturas obligatorias del curso anterior. Otros títulos, en cambio, no provocaron una explicación inmediata, como Las mejores técnicas de estudio, de Bernabé Tierno, que, inevitablemente, me llamó la atención, o El poder mágico de las pirámides, de Christian Lemyro. La décima sinfonía, de Joseph Gelinek, respondía a la afición por la música de la alumna que lo leyó. La sombra del viento y Los girasoles ciegos, lecturas obligatorias para este trimestre, también fueron citadas, lo que confirmó su conveniencia para este nivel.
Para terminar, he recopilado los treinta títulos a través de la aplicación de Shelfari, parecida a Librarything (de hecho, también se nutre de la información de Amazon), que puede presentar cualquier selección de libros en forma de lista o colocados en una librería, lo que facilita su identificación por medio de la imagen de la portada.
5 comentarios:
Buena lista con buenas ideas.
Un saludo.
Gracias, Antonio.
hummmm... tengo que aprender a usar ese programa de listas... y sí, una idea más que te robo, :)
Yo también te tomo prestadas estas buenas ideas.
Encantado de que lo hagáis. Yo también tomo prestadas algunas de las vuestras, Viernes y Marian.
Un saludo a los dos.
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