Capítulo 7
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
Extraído de http://www.patriagrande.net/argentina/julio.cortazar/rayuela/rayuela.7.htm
7 comentarios:
Me alegro de que te haya gustado la entrada dedicada a Cortázar. La tuya, centrada en el capítulo 7, me encanta...Una vez más estamos "telepáticos". Un abrazo.
Me alegra que te alegre, Marian, pero tal vez no sea telepatía, sino un plagio amable y un poco descarado en aras de causa más grande que nosotros mismos: recordar a Julio Cortázar en el aniversario de su muerte. De hecho, llegué a pensar que podría convertirse en un principio de "meme". Un abrazo.
qué maravilla de texto!
es mi novela favorita, ese capítulo es precioso, Cortázar es inextinguible...
Felicidades por el post!
Un abrazo
Elisabet: Gracias por el cumplido. Siempre fue uno de mis preferidos, junto con el 68, que ya citó Marian.
Viernes: también es una de las mías. Al igual que Borges, Cortázar nunca se acaba, y no lo digo por los documentos que recientemente han encontrado en una cómoda. Una prueba es que "Rayuela" se puede leer más de una vez sin ser ni idéntica ni igual a sí misma.
Un abrazo a los dos, amigos.
Se me pasó esta entrada, precioso texto, y la palabra del autor, sublime. Gracias, Héctor
De nada, Juan Antonio. Estoy de acuerdo en lo sublime.
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