El resumen es uno de los ejercicios habituales en el aula y en las pruebas de acceso a muchos estudios superiores. Su valor radica en que sirve tanto de técnica de estudio, para contenidos teóricos extensos, como de prueba de comprensión lectora de un texto o de muestra de expresión escrita. Tampoco es, por otra parte, un recurso exclusivo de las clases de Lengua, sino que es habitual en Historia, Ciencias, Filosofía y otras materias que dependan de producciones escritas, por lo que su adquisición, desarrollo y perfeccionamiento, como herramienta instrumental, es una tarea puramente interdisciplinar.
Los criterios clásicos son brevedad, claridad, sencillez y objetividad, cuya finalidad última siempre será la de elaborar un resumen que pueda sustituir al texto original en su sentido. Así se describe en las páginas 433 a 440 de Saber escribir (2006), del Instituto Cervantes, coordinado por Jesús Sánchez Lobato.
La rúbrica que se ofrece en esta entrada contempla los cuatro criterios clásicos, con alguna modificación de calado (se responsabiliza a la sencillez de los procedimientos de cohesión) y se le añaden los ítems que valoran la presentación, adecuación y corrección que se habían estipulado para la evaluación de la expresión escrita de textos expositivos y argumentativos.
Recomiendo, para finalizar, la lectura de "Textos expositivos: el resumen", contribución de Marta Milian en Secuencias didácticas para aprender a escribir (2003), de la editorial GRAÓ, y compilado por Anna Camps.
Además del enlace a la descarga directa de la rúbrica en PDF, facilito un nuevo link para conseguirla en formato .xls (como documento de Excel).
Espero que sea de utilidad.
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